martes, 16 de marzo de 2010

¿Quién dijo amigos?

Es muy astuto él, siempre se anticipa a lo que va a suceder. Cuando le miro, ya ha bajado la vista. ¿Sabes por qué lo hace? Porque se siente como un miserable cuando me mira a los ojos sabiendo que me ha roto el corazón. Pero... bueno, ¿qué culpa puede tener él? La misma que pueda tener yo por quererle. Por fin le saludo y confirmo lo que ya sospechaba: el sentimiento de culpa en sus ojos. Me saluda tímidamente, predispuesto a no seguir dirigiéndome la palabra, pero yo insisto. Entramos en la cafetería; y en cuanto ve a sus amigos, les saluda, resoplando a mis espaldas, aliviado. Pero yo no me doy por vencida, insisto. Le sugiero que por qué no se sienta conmigo para charlar; me dice que prefiere irse con ellos. Y yo le respondo que preferiría morir a aceptar que él pudiera sentir indiferencia por mí...

1 comentario:

  1. Insiste, quizas, el te quiere y solo necesita tiempo. :)

    Por cierto ya estas en mi blogroll, me ha encantado tu blog!

    Un Beso!

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